La Befana de Roma

Como dirían los antiguos romanos la tradición de la befana «Tota Nostra Est», es decir: es todo nuestro. La frase en realidad se refería al género literario de «Sátira» que, a diferencia de otros géneros tomados de la tradición griega, quería inventarse por completo en Roma. Incluso para el mito de la Epifanía, podemos decirlo, una invención completamente romana que se basa en una serie larga y compleja de «comprensión errónea» o distorsiones de las etimologías originales.
Para empezar, el nombre Befana es en realidad una distorsión de la palabra griega ἐπιφάνεια (epifáneia) que se refiere a la llegada de los Reyes Magos en presencia del recién nacido Jesús. En griego Epifaino significa «me muestro», por lo tanto, es una aparición, la de lo divino en la tierra.

En Roma se celebra la aparición de Jesús y, por lo tanto, la llegada de los Reyes Magos el 6 de enero, según la tradición. De hecho, en la tradición romana, los regalos no se intercambiaban en Navidad, como hoy, sino precisamente con motivo de la Epifanía, la Epifanía, una circunstancia más fiel a las sagradas escrituras.
En los últimos años, la costumbre de intercambiar regalos en Navidad se ha arraigado, pero las familias romanas aún mantienen viva la tradición de la Epifanía al reemplazar los regalos con el famoso calcetín Befana. Esto también es un simbolismo común en todo el mundo y de derivación romana.
La Calza es también el resultado de una pequeña distorsión iconográfica. La Befana llevaba regalos dentro de viejas bolsas de yute, desgastadas y deformadas que parecían un calcetín. De ahí la iconografía actual.

Una cosa es cierta, sin embargo, la Epifanía trae consigo, además de los Regalos, también las Ventas, que comienzan precisamente en estos días en la capital. Una oportunidad irrepetible para experimentar las atmósferas vinculadas a la tradición Befana, especialmente en Piazza Navona, y para traer a casa algunas verdaderas gangas.
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El próximo festival en Roma será el Carnaval, otra tradición antigua que se renueva.
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