Cómo evitar los restaurantes turísticos en Roma
Los anglosajones las llaman trampas para turistas. Suelen encontrarse en el centro y junto a las atracciones turísticas más visitadas de la Ciudad Eterna. Se pueden encontrar en el Panteón, la Plaza Navona, el Coliseo y, en general, en las numerosas zonas de increíble belleza de Roma. Normalmente, estos restaurantes turísticos se engalanan precisamente para satisfacer la imaginación del turista que descubre Roma: Manteles a cuadros rojos y blancos, sillas de madera rellenas, frascos de chianti sobre la mesa y trenzas de ajos colgando de techos y cortinas. No faltan fotos de algunas estrellas romanas del pasado, Alberto Sordi con un plato de «bucatini», Aldo Fabrizi siempre con un gran tenedor de espaguetis.
No son restaurantes caros, pero la calidad suele dejar que desear, lo que los convierte en poco frecuentes para los romanos que buscan una verdadera trattoria donde degustar platos tradicionales. Por supuesto, cuanto más cerca de la atracción turística, más son trampas, hasta el punto de facturas exageradas cuando están situados en los centros neurálgicos.
¿Cómo, entonces, evitar los restaurantes turísticos y encontrar lugares donde comer realmente bien en el centro de Roma?
Hay dos estrategias básicas para poder encontrar el lugar adecuado, y son también las estrategias que adoptamos los romanos tanto aquí en Roma, cuando no conocemos bien la zona, como cuando salimos fuera de la ciudad. El romano apenas se inspira en «guías» impresas u online, aunque existan las infames «reseñas», y esto es porque… no damos crédito a los «reseñadores».
La estrategia:
Preguntar en la recepción del hotel.
Sí, es cierto, depende de los hoteles. Los consejos de los restaurantes no siempre son «desinteresados». En el Hotel Alpi tenemos una lista de restaurantes de nuestra zona que hemos probado personalmente y que nos sentimos seguros de sugerir a nuestros clientes. Seguro porque para nosotros es importante cuidar a nuestro cliente, un consejo equivocado perjudicaría nuestro trabajo y nuestro espíritu acogedor. Lo ideal es recibir una lista de nombres de la recepción, y no sólo uno 😉.
Preguntar a los lugareños
La última carta es preguntar a los «locales», personas que viven o trabajan en una zona concreta. Esto es lo que hacemos para conseguir una buena dirección, cerramos nuestros móviles con las bonitas estrellas y reseñas y preguntamos a la gente. ¿A quién preguntamos exactamente? Bueno, aquí hay que hacer un pequeño test…. Puedes preguntar al taxista, al quiosquero o a cualquier tienda, a un policía de tráfico, la pregunta será: «¿Dónde irías a comer en esta zona para no encontrar un restaurante turístico?».
Lo hacemos en todas partes cuando estamos en Italia o en el extranjero. Nadie conoce la cocina local como … el local. Y si queremos vivir una auténtica experiencia gastronómica… recomendamos estas estrategias.
Consejo extra: Evite los restaurantes con una carta demasiado amplia, donde haya pastas, pizzas, platos principales de carne y pescado, etc. ¡Los buenos restaurantes están especializados! Si hay demasiados platos en el menú, es probable que todos estén preparados con antelación….